La autoridad en crisis – Entrevista a Samuel Vázquez
En una entrevista profunda y sin concesiones realizada por la asociación ITEPOL, Samuel Vázquez, presidente de @PoliciaSXXI, reflexiona sobre los grandes desafíos a los que se enfrenta la policía en España y el urgente replanteamiento del modelo policial actual.
Puedes ver el vídeo de la entrevista aquí:
Vázquez comienza repasando la evolución del principio de autoridad en las últimas décadas. Según él, hemos pasado de una sociedad que aceptaba cierto uso de la fuerza como herramienta legítima para corregir conductas, a otra mucho menos permisiva, incluso cuando ese uso proviene de la propia policía. Esta transformación social, señala, ha tenido consecuencias directas en la seguridad ciudadana, ya que muchos agentes, por temor a represalias o consecuencias legales, han perdido el hábito de utilizar la fuerza cuando resulta necesario.
Otro tema central de la conversación es el auge del crimen organizado y cómo la falta de una autoridad firme en las calles está dejando espacio para que los delincuentes ganen terreno. Vázquez defiende que sin autoridad, otros ocuparán ese vacío, y alerta sobre el riesgo de perder el control en los barrios más afectados por la degradación criminal.
El debate sobre el menudeo de drogas ocupa también un lugar destacado. Para Vázquez, endurecer las penas es fundamental para desmantelar las estructuras delictivas, y critica abiertamente a quienes sostienen que el aumento de sanciones no tiene un impacto real en la reducción del crimen, especialmente en contextos de alta conflictividad.
La Ley de Seguridad Ciudadana, con sus carencias y vacíos, es otra de las preocupaciones que salen a relucir. Vázquez propone medidas como el pago inmediato de multas para infractores no residentes, evitando que escapen de las consecuencias de sus actos.
En cuanto a la formación policial, el presidente de @PoliciaSXXI no ahorra críticas: denuncia un sistema excesivamente memorístico y aboga por un modelo basado en la práctica, con módulos intensivos en áreas clave como defensa personal, primeros auxilios o investigación. También denuncia el creciente adoctrinamiento político en las academias policiales, un factor que, según él, desvirtúa la esencia de la profesión.
La sobrecarga de tareas administrativas y sanitarias que recaen sobre los policías, sumada a un uso ineficaz de la tecnología, es otro de los grandes lastres que señala. Vázquez sostiene que, lejos de liberar recursos, la digitalización ha terminado generando más burocracia y restando presencia en las calles.
Durante la entrevista, no falta la propuesta de crear una base de datos unificada para todos los cuerpos policiales, una herramienta que permitiría un intercambio de información más ágil y eficaz. Samuel también apuesta por una mayor unificación de las policías en España, convencido de que la actual atomización impide dar una respuesta coordinada frente a las nuevas formas de delincuencia.
Finalmente, el diálogo se adentra en las relaciones entre la policía y la ciudadanía, explorando iniciativas como los “grupos de delincuencia urbana”, diseñados para implicarse de forma directa en la resolución de problemas específicos en cada barrio. Samuel Vázquez cierra la entrevista con una contundente llamada a dejar atrás modelos policiales obsoletos y adaptarse a la nueva realidad criminal que enfrenta el país.
Esta conversación no deja indiferente a nadie. Es un análisis indispensable para entender no solo los retos presentes, sino también las oportunidades de transformación que tiene por delante la seguridad pública en España.