
Modelo policial, poder e impunidad
Llevamos años diciéndolo, tenemos un modelo policial diseñado para blindar al establishment y su estructura de poder. No protegen a los ciudadanos, protegen al régimen.
Los distintos gobiernos de las últimas 4 décadas han convertido las instituciones en su cortijo, pero lo del modelo policial empieza a ser de manual. Si lo que cuenta esta información es cierto, no estaríamos ante un simple borrado de datos: estaríamos ante una posible alteración deliberada de registros oficiales para encubrir a un alto cargo del Estado. Esto sería GRAVÍSIMO.
La información de la que hablamos y que ha publicado como exclusiva la cuenta de Twitter Bipartidismo Stream (@Bipartidismo_) sería la siguiente:
? EXCLUSIVA BIPARTIDISMO STREAM
— Bipartidismo Stream (@Bipartidismo_) March 18, 2025
Altos mandos de la Policía Nacional habrían modificado registros internos para borrar el rastro de una solicitud de asesoramiento a la Fiscalía General del Estado en el borrado del móvil de García Ortiz
Altos mandos del Cuerpo Nacional de… pic.twitter.com/4MVK5GXVGi
En ese tweet se pueden ver unas imágenes donde se observa el antes y el después, apreciando la modificación del campo «Asunto/resumen» y la eliminación de un email que corresponde a una supuesta funcionaria en el campo «Interesados».
Antes:

Después:

No hablaríamos de un error técnico, sino de una manipulación con premeditación y recursos. Para modificar un registro en REGPOL sin dejar huella, habría que tumbar la aplicación, hacer los cambios y luego reactivarla como si nada hubiera pasado. Es decir, podría haber una cadena de mando detrás, gente con capacidad para apagar y encender el sistema sin que salten alarmas. ¿Quién ha dado la orden? ¿Quién la ha ejecutado?
Y, sobre todo, que una organización criminal borre sus huellas es previsible, pero ¿un organismo del Estado qué rastro necesitaría eliminar? ¿Por qué? ¿Qué sabían y qué podrían haber querido ocultar de ese trámite con la Fiscalía?



Y hacemos esta reflexión: Una institución pública que encubre la comisión de posibles ilícitos penales desde dentro deja de ser una institución al servicio del ciudadano para convertirse en una herramienta que, en lugar de combatir a los delincuentes, podría estar facilitando su impunidad.

No es casualidad que una cantidad ingente de ministros y directores generales de Interior hayan acabado imputados en causas criminales tras dejar su mandato. Todo apunta a que los actuales seguirán el mismo camino.