
Óscar Puente: el arte de intentar parecer listo y hacer el ridículo
Por Sergio De La Torre
@Delatorre_sg | @Delatorre_sg
Coordinador de @PoliciaSXXI
Óscar Puente nunca fue de números, ni de letras, pero sí de soltar bulos a diestro y siniestro. En esta ocasión ha intentado ridiculizar a Donald Trump por su advertencia sobre los efectos de la inmigración descontrolada en la criminalidad europea. Para rebatirle, ha publicado un mapa de calor con los homicidios en EE.UU., insinuando que la violencia en América es mucho mayor que en Europa y que, por tanto, el expresidente debería mirar primero a su propio país antes de dar lecciones.

El problema es que Puente confunde—o quiere confundir—números absolutos con tasas. Es una de esas trampas estadísticas de brocha gorda que suenan bien en Twitter, pero que no resisten el menor análisis.
Si comparamos los homicidios totales, es evidente que EE.UU. tendrá más que cualquier país europeo individualmente. No por nada, tiene más de 330 millones de habitantes, casi el triple que Alemania, Francia y España juntas. Pero la estadística no funciona así. Lo relevante no es cuántos homicidios hay en total porque los homicidios son multifactoriales, y uno de los factores que interesa analizar es los homicidios que hay en relación con la población.
En España, por ejemplo, los datos oficiales del INE de 2023 indican que hubo 1.046 homicidios. Ahora bien, vamos a ver quién los comete.

¿Quién delinque más en España?
Vamos a analizarlo con los datos de 2023 ya que no hay registros más actualizados en la página oficial del INE.
Población en España (2023)
- Españoles: 42.101.407 (86,7%).
- Extranjeros: 6.491.502 (13,3%).
Homicidios en España (2023)
- Cometidos por españoles: 739 (70,7%).
- Cometidos por extranjeros: 307 (29,3%).
Tasa de homicidios por cada 1.000 habitantes
- Españoles: 0,0175 homicidios por cada 1.000.
(739/42.101.407)x1000= 0,0175
- Extranjeros: 0,0473 homicidios por cada 1.000.
(307/6.491.502)x1000= 0,0473
Conclusión: La tasa de homicidios cometidos por extranjeros es 2,7 veces mayor que la de los españoles. Es decir, un extranjero tiene casi tres veces más probabilidades de cometer un homicidio en España que un español.

Este patrón se repite en todas las categorías de criminalidad:
Tasa de condenados por cada 1.000 habitantes
- Españoles: 5,8 condenados por cada 1.000.
- Extranjeros: 14,6 condenados por cada 1.000.
- Conclusión: La tasa de condenados extranjeros es 2,5 veces mayor que la de los españoles.

El impacto en la seguridad de las mujeres
Los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales tienen un impacto directo y devastador en la seguridad de las mujeres. Que la tasa de estos delitos sea casi tres veces mayor en la población extranjera significa que el modelo de inmigración que se está aplicando no solo aumenta la inseguridad general, sino que afecta de forma directa a la vulnerabilidad de las mujeres en España.
Tasa de delitos contra la libertad e indemnidad sexuales por cada 1.000 habitantes
- Españoles: 0,0563 delitos por cada 1.000.
- Extranjeros: 0,1624 delitos por cada 1.000.
- Conclusión: La tasa de delitos sexuales cometidos por extranjeros es 2,88 veces mayor que la de los españoles.
Los números no mienten: aunque los extranjeros solo representan el 13,3% de la población, cometen el 27,7% de los delitos, el 29,3% de los homicidios y el 30,8% de los delitos sexuales.

Este es un tema que las asociaciones feministas, tan vocales para ciertas cuestiones, prefieren ignorar. Pero la estadística es clara: el aumento de agresores en proporción a su peso demográfico es un problema de seguridad pública que las instituciones están negando o silenciando.
La pregunta que Puente no quiere responder
Trump no hablaba de números absolutos. Hablaba de tendencias, de cómo cambia un país cuando se desentiende de sus fronteras. Y ahí está la clave: la criminalidad no se distribuye al azar, sino que sigue patrones que se pueden medir.
Si España aplicara la lógica de Óscar Puente y midiera la violencia solo en términos absolutos, diríamos que Japón es mucho más peligroso que Andorra, simplemente porque tiene más homicidios en total. ¿Alguien se lo cree? No. Porque en Japón viven 125 millones de personas y en Andorra solo 80.000. Lo relevante no es cuántos homicidios hay, sino cuántos hay en proporción a la población.
Y cuando se mide así, lo que Trump dice es un hecho: la inmigración masiva mal gestionada ha disparado la criminalidad en Europa. En España, los datos oficiales muestran que un extranjero tiene más probabilidades de cometer un delito que un español. Y esto no es una opinión, es matemática básica.

El truco de Puente y la realidad incómoda
Óscar Puente hace lo mismo que ciertos medios y políticos cuando quieren tapar un problema: presentar datos absolutos para ocultar la verdadera relación entre población y criminalidad. Es el mismo truco que usaban hace años para decir que en Suecia no pasaba nada, hasta que los tiroteos y explosiones alcanzaron récords históricos.
Trump, con su estilo directo, ha señalado un problema que en Europa se lleva años intentando ocultar. Y Puente, en lugar de responder con datos, ha optado por la vía fácil: una imagen llamativa, sin contexto, para jugar con la ignorancia estadística del público.
La realidad es que, cuando se analizan las tasas, la criminalidad en España está profundamente influida por los procesos de inmigración ilegal descontrolada. Y en lugar de discutir mapas de calor en EE.UU., la pregunta que Puente debería hacerse es qué están haciendo mal en España para que los extranjeros tengan tasas de criminalidad tan altas en comparación con los nacionales.
Porque lo que Trump dice puede gustar más o menos, pero los números le dan la razón.

No se trata de estar en contra de la inmigración, sino de gestionarla bien
Que los datos reflejen que la delincuencia extranjera tiene tasas más altas no significa que todos los inmigrantes sean delincuentes. La realidad es que una inmigración legal, controlada y bien gestionada es beneficiosa para cualquier país, pero para que eso ocurra es imprescindible que los recién llegados se integren en la cultura y las dinámicas sociales del país que los acoge.
El problema surge cuando se abre la puerta sin ningún tipo de filtro, permitiendo la entrada de personas sin arraigo, sin medios de vida y, en demasiados casos, con antecedentes criminales. Esto no es inmigración, es importación de problemas. Y los números lo demuestran.
Integración o expulsión. No hay más.
— Policía S.XXI ? (@PoliciaSXXI) February 8, 2025
Legalidad: saber quién viene, cuántos, de dónde y qué han hecho antes. Sin eso, no hay seguridad.
Asimilación: no basta con ser legales. Si no aceptas nuestra cultura y normas, billete de vuelta.
Si hay legalidad y asimilación, entonces,… pic.twitter.com/tmYgKfFjMf
En definitiva, la cuestión no es estar en contra de la inmigración, sino exigir que sea ordenada, selectiva y enfocada en el beneficio del país receptor. Cualquier otra cosa es suicida.
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