
La gestión de la DANA en Valencia: incompetencia, egos y consecuencias fatales
Cuando la naturaleza golpea con fuerza, lo único que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte es una respuesta rápida, coordinada y efectiva. Pero en Valencia, durante la DANA, lo que vimos fue una exhibición de incompetencia criminal. (Puedes ver el vídeo de la comparecencia al final de este artículo)
Samuel Vázquez, en su contundente intervención en el Senado, no se mordió la lengua:
“Lo que vivimos no fue un fallo, fue una negligencia estructural disfrazada de burocracia”.
¿El motivo? Mientras el agua arrasaba barrios y ponía vidas en peligro, las autoridades se dedicaban a discutir quién tenía la competencia, en lugar de actuar.
Vázquez puso sobre la mesa un ejemplo doloroso que debería avergonzar a los responsables: las inundaciones de Bilbao en 1983. Allí, en una época sin tecnología avanzada ni redes de comunicación instantáneas, se montó un Mando Único, se desplegaron recursos militares en horas y se actuó con una eficacia que hoy parecería ciencia ficción. En cambio, en Valencia, con todos los medios disponibles en 2025, tuvimos caos, improvisación y ausencia total de liderazgo.
La realidad es dura: la gestión de esta crisis no estuvo en manos de profesionales preparados, sino de burócratas y políticos más preocupados por mantener sus despachos que por salvar vidas. Y la factura la pagaron los ciudadanos.
Vázquez no se quedó solo en la crítica; también lanzó un mensaje claro:
“Lo que necesitamos son líderes con experiencia, planes de acción reales y un compromiso firme con la vida de la gente, no con la foto de la rueda de prensa”.
Este vídeo, que puedes ver completo aquí, es un grito de indignación necesario, un recordatorio de que la incompetencia mata.
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