Delegado de RRHH (el gobierno de los mejores)

Por el modelo de los mejores frente al modelo de los mediocres.

Una Policía para el S.XXI se creó con el objetivo de conminar al poder político a iniciar una gran reforma del modelo policial que incida en tres ejes: modelo estructural, modelo operativo y procesos de liderazgo, esto nos permitiría anticiparnos a lo que en un breve periodo de tiempo serán zonas sin ley que habrán desbordado también aquí en España el modelo de seguridad, para dar comienzo a una nueva etapa donde prime la perspectiva profesional sobre la política, lo que implicará de facto priorizar el servicio al ciudadano sobre la protección de las estructuras de poder. No estamos preparados para enfrentarnos al escenario de inseguridad emergente

Madrid, 30 de agosto de 2020. A la espera de que llegue un pacto de estado para acometer ese gran cambio, pretendemos ir avanzando con pasos cortos pero firmes en la consecución de un modelo más justo, eficaz y eficiente, que tenga como foco al ciudadano.

En un modelo policial de gestión, como es el nuestro, donde la meritocracia ha sido asesinada, donde las claves de una carrera profesional: mérito, capacidad y antigüedad, no son tenidas en cuenta casi nunca y donde prácticamente todos los destinos que un agente ocupa desde la llegada a una dependencia policial no dependen de su esfuerzo ni de su trabajo operativo, sino que se otorgan a dedo por mandos con horarios de oficina alejados de la realidad de la calle y predispuestos a crear pequeños cortijos con “camarillas” y “hombres de confianza”, la motivación de miles de agentes se ve mermada desde el principio, con todo lo que eso implica en términos de eficacia en el servicio y coste por ineficiencia, además de sobrevolar por encima del tabú de la alta tasa de suicidios en esta profesión.

Esa motivación se destruye cuando tu carrera no depende de tus méritos y capacidades, transformando a policías pro-activos con actitud de servicio en funcionarios que intercambian tiempo por dinero.

Todo lo anterior afecta negativamente de forma directa a la motivación de los más capacitados profesionalmente, y contrariamente de forma positiva al éxito de los menos capacitados, pero más sumisos, lo cual nos aleja indefectiblemente del fin primordial deseado: el gobierno de los mejores, creando una administración de cargos de confianza, antesala de la corrupción, a la que el filósofo canadiense Alain Deneault denominó: “Mediocracia”, o el gobierno de los mediocres, que focalizan todos sus esfuerzos en proteger las estructuras de poder y no a los ciudadanos. 

De no tomar medidas de manera urgente, seguiremos desayunando a diario con noticias sobre informes policiales fake, delincuentes internacionales que se pasean por nuestros aeropuertos o viviendas de tesoreros que se rodean y asaltan para conseguir un pen drive comprometedor. 

El modelo de recursos humanos del actual modelo policial se basa en dos criterios: La servidumbre y el castigo. La servidumbre se mal interpreta como lealtad. El castigo es una metodología clásica de gestionar personas a través del miedo.

El rol de un delegado de RRHH pasa por desarrollar cualidades de liderazgo y profesionalidad sin servidumbre, resolución de conflictos con el castigo como última ratio y garantizar la neutralidad en la toma de decisiones y el otorgamiento de puestos de trabajo. En definitiva, remover cualquier ápice de subjetividad en la atribución de recompensas y castigos, así como prevenir la creación de los nichos conocidos como “cortijos” y “madrigueras policiales” y la proliferación de perfiles como el “cacique” o el “siervo”.

Si conseguimos sacar esta medida adelante, cambiaremos el perfil del modelo policial. Se acabaron «los enchufes», se acabó la desmotivación por las injusticias profesionales, se acabó el despreciar el mérito y la experiencia operativa para beneficiar el nepotismo y el pago de favores.

Se acabó que las tomas de decisiones por profesionales con capacidades estén supervisadas jerárquicamente por funcionarios con placa sin ninguna capacidad. Es el fin del modelo policial de caciques y cortijos. El gobierno de los mejores frente al gobierno de los mediocres.

A continuación, se adjuntan mediante enlace y código QR el acceso a los tres documentos que componen la propuesta parlamentaria: Presentación, Propuesta y Dosier Técnico.

La propuesta se hará llegar por escrito a todos los Grupos Parlamentarios del Congreso de los Diputados así como a todas las Asociaciones y Sindicatos de las diferentes FFCCS.