
Cargas en Ferraz
Madrid, 07 de noviembre de 2023. Ante los graves acontecimientos vividos ayer en la concentración de la calle Ferraz en Madrid, desde la asociación “Una Policía para el S.XXI” queremos manifestar:
Nuestra más profunda preocupación por el hecho de que aún a estas horas, no se haya convocado una rueda de prensa donde el director general de la Policía, el delegado del gobierno en Madrid y el jefe de las unidades de intervención policial (UIP), den explicaciones sobre las cargas y el uso de material antidisturbios en la noche de ayer, ante una masa pacífica compuesta en gran parte por familias, niños y ancianos.

En un país democrático los ciudadanos tienen derecho a ser informados de aquellas cuestiones que afectan a sus derechos fundamentales, y por lo tanto a conocer quién dio la orden de utilizar el material antidisturbios y exigirle que explique en comparecencia pública la justificación de esa orden, con base en la utilización del uso progresivo de la fuerza que rige en los protocolos policiales. De no ser las explicaciones convincentes, hay que exigir dimisiones inmediatas, caiga quien caiga, ya vista traje y corbata o uniforme.
Así mismo, queremos resaltar que en todas las ciudades de España se produjeron manifestaciones sin incidentes ante sedes que no fueron valladas ni perimetradas a distancia, algo que la ciudadanía no entiende y que pudo actuar de mecha del descontento en Madrid. Quienes dictaron y quienes dirigieron el plan estratégico frente a la sede socialista de Ferraz, única en la que hubo utilización de gases, ya sean fumígenos o lacrimógenos, deben dar la cara y asumir responsabilidades.

Queremos alertar también sobre una estrategia política que ya fue utilizada por este gobierno durante el COVID para desfocalizar la atención y diluir su responsabilidad, poniendo en el centro de la diana a los agentes de campo, para dejarles luego como siempre tirados a los pies de los caballos. Desde esta asociación no se va a caer en ese engaño; sabemos de sobra que las cosas sólo se cambian dirigiendo la responsabilidad a quien la tiene, y no haciendo pagar los platos rotos a los de siempre.
De esta forma, y ante unos -muy pocos-, elementos infiltrados y organizados para ejercer violencia, que no representan en absoluto a la inmensa mayoría de las personas que allí se concentraban, lo que se inicia con el uso de humo de dispersión para evitar que esos pocos rebasen la línea policial, finaliza con una orden más que discutible de hacer uso de elementos antidisturbios cuyo utilización no se había autorizado ni siquiera en actuaciones de control de masas de carácter infinitamente más grave.

Un policía a pie de calle, guardando una línea de protección, tiene una visión limitada de la situación a lo que alcanza su vista, pero no es consciente del conjunto y por lo tanto no puede hacer un análisis personal del uso necesario de la fuerza, así tiene que seguir las órdenes de los mandos políticos y policiales que sí tienen acceso a esa información, confiando que son las idóneas. No se puede pedir a cada agente individualmente que valore una situación de la que no tiene el control total.
Desde Una Policía para el S.XXI apoyamos a los compañeros de las Unidades de control de masas ante la difícil e incómoda situación que están viviendo y ante el uso político que se está haciendo de ellas.
Igualmente, apoyamos todas las concentraciones pacíficas que se están produciendo en España ante un momento histórico que ha puesto nuestra democracia al borde del abismo por el interés personal de un hombre y una serie de partidos que han traspasado todas las líneas éticas y no parecen tener límites. Y por supuesto pedimos a todos los participantes en ellas que no caigan en la trampa de la violencia.

